“Aunque tu padre no haya estado, su energía vive en ti. Y tomarla es un acto de sanación, no de sumisión.”
Muchas personas cargan heridas profundas con su padre: abandono, ausencia, maltrato, frialdad emocional. Y, en respuesta, eligen algo aparentemente lógico: rechazarlo, negarlo, o “vivir sin él”. Pero lo que no saben es que, al rechazar al padre, se desconectan de una parte vital de su energía.
¿Qué significa tomar al padre energéticamente?
No se trata de justificarlo. Tampoco de tenerlo presente físicamente. Tomar a papá es reconocerlo dentro de ti como parte de tu historia, de tu linaje y de tu energía de acción, éxito, fuerza, estructura y dirección.
Desde las Constelaciones Familiares, Bert Hellinger lo explicó claramente:
“El padre nos da la fuerza para tomar la vida, para triunfar, para salir al mundo.”
Si no lo tomas, tu vida lo refleja:
- No puedes avanzar con firmeza.
- Te cuesta tomar decisiones.
- Hay caos en tus metas.
- Se repite el rechazo o el abandono en tus parejas o jefes.
- No logras sostener tu abundancia.
Incluso si no estuvo presente, su energía está en ti
Papá te dio la vida. Y la vida es lo más sagrado. Su sola presencia biológica activó una parte esencial de tu ser. Negar eso es como querer andar con una sola pierna. Por eso, tomarlo espiritualmente significa decir internamente: “Reconozco que vienes antes que yo, honro tu destino, y tomo lo que me corresponde de ti para vivir mi vida”.
¿Cómo puedes comenzar a tomar a papá espiritualmente?
- Haz un ejercicio de mirada interna: cierra los ojos y visualiza a tu padre frente a ti. Aunque sea solo una silueta. Dile internamente: “Tú eres mi padre. Yo soy tu hija(o). Te tomo como eres y desde el lugar que ocupas en mi vida”.
- Haz una carta de toma de energía: escribe una carta agradeciéndole por la vida, por darte la oportunidad de estar aquí, sin juicios ni reclamos.
- Coloca una imagen o símbolo en tu altar de sanación: no para adorar, sino para recordar el canal por donde llegó la fuerza que hoy habita en ti.
- Haz una consulta de sanación del linaje paterno: puedes trabajar con tu árbol genealógico, constelaciones o biodecodificación para liberar las cargas ocultas que bloquean tu relación con lo masculino.
Conclusión: Sanar con papá es recuperar tu fuerza interior
Tomar al padre es un acto de empoderamiento. No es olvidar, no es justificar… es reconocer el canal por donde vino tu vida.
Cuando tomas a papá desde el alma, recuperas la energía que te impulsa a vivir sin miedo, a sostenerte y a avanzar con firmeza.